La industria de la moda, reconocida por su influencia global, enfrenta críticas crecientes por su falta de avances en la descarbonización, según el reciente informe “What Fuels Fashion?” de Fashion Revolution. Este estudio, parte del ranking anual Fashion Transparency Index, revela que más del 75% de las mayores empresas de moda están significativamente atrasadas en alcanzar los objetivos de reducción de emisiones, lo que pone en riesgo los compromisos climáticos globales.
La falta de transparencia y ambición en la moda
Uno de los aspectos más alarmantes del informe es la falta de transparencia en los planes de descarbonización de las empresas de moda. De las 250 empresas analizadas, solo cuatro han establecido objetivos ambiciosos alineados con los estándares de la Unión Europea. Además, una de cada cuatro compañías no comunica públicamente sus planes de reducción de emisiones, lo que genera incertidumbre sobre el verdadero compromiso del sector con la sostenibilidad.
Descarbonización y la cadena de suministro
El informe destaca que la cadena de suministro es un área crítica donde la mayoría de las marcas carecen de planes sólidos. Aunque el 58% de las empresas publica objetivos relacionados con materiales sostenibles, solo el 11% revela las fuentes de energía utilizadas en su cadena de suministro. Esto significa que, a pesar de los esfuerzos por adoptar materiales más sostenibles, gran parte de la producción podría estar ocurriendo en fábricas que aún dependen de combustibles fósiles.
Fashion Revolution subraya la necesidad de que las grandes marcas inviertan en la transformación de sus cadenas de suministro, en lugar de transferir el costo a sus proveedores. Según el informe, casi el 94% de las empresas no publica cuánto están invirtiendo en la descarbonización de su cadena de suministro, lo que perpetúa los desequilibrios de poder en la industria.
Áreas clave para la reducción de emisiones
El informe de Fashion Revolution identifica cuatro áreas clave en las que la industria de la moda puede centrarse para lograr una reducción significativa de las emisiones:
- Transición a energía renovable en la cadena de suministro: La dependencia de combustibles fósiles en la producción debe ser eliminada progresivamente.
- Reducción de la producción de prendas: Producir menos prendas es esencial para minimizar el impacto ambiental.
- Minimización del transporte aéreo: El uso excesivo del transporte aéreo contribuye significativamente a las emisiones de carbono.
- Eliminación gradual de materiales sintéticos: Los materiales sintéticos, derivados de los combustibles fósiles, deben ser sustituidos por alternativas más sostenibles.
Fashion Revolution insta a las marcas a invertir al menos un 2% de su facturación anual en iniciativas destinadas a eliminar los combustibles fósiles de sus cadenas de suministro.
Las marcas líderes en sostenibilidad
Pese a los desafíos, algunas marcas están marcando la pauta en la descarbonización. Puma, Gucci y H&M encabezan el ranking de Fashion Revolution con niveles de ejecución del 75%, 74% y 61% respectivamente. Estas compañías han demostrado un mayor compromiso con la sostenibilidad, aunque todavía queda mucho por hacer para que la industria en su conjunto logre los objetivos climáticos necesarios.
Conclusión
El informe “What Fuels Fashion?” revela la urgencia con la que la industria de la moda debe abordar la descarbonización. Con la mayoría de las empresas rezagadas en este aspecto crítico, es fundamental que el sector tome medidas inmediatas para alinearse con los objetivos climáticos globales. La inversión en energía renovable, la reducción de la producción y la transparencia en las prácticas empresariales serán claves para lograr una moda verdaderamente sostenible.
