En un mundo donde la transformación digital redefine constantemente los modelos de negocio, las empresas ya no pueden depender únicamente de la experiencia pasada de sus colaboradores. Hoy, la clave para mantenerse competitivo está en el aprendizaje continuo. Es aquí donde entran en juego dos conceptos fundamentales: reskilling y upskilling.
¿Qué significan y por qué importan?
El reskilling (reaprendizaje) implica capacitar a los empleados en habilidades completamente nuevas para asumir funciones diferentes dentro de la organización. Por otro lado, el upskilling (actualización) se enfoca en fortalecer o perfeccionar las habilidades existentes para responder mejor a los retos actuales del rol.
Ambos enfoques se han vuelto indispensables en un entorno donde el cambio tecnológico es la constante. Según el World Economic Forum, más del 50% de los trabajadores requerirá reskilling significativo antes de 2027.
Más allá de cursos: una estrategia empresarial
Los programas de formación solo generan impacto real cuando están alineados con los objetivos estratégicos de la compañía. No se trata de acumular diplomas, sino de cerrar brechas de talento críticas y fomentar una cultura de adaptabilidad.
Empresas como IBM, Microsoft y BBVA han logrado resultados tangibles al crear academias internas, plataformas de aprendizaje personalizadas y rutas de desarrollo profesional conectadas con el crecimiento del negocio.
Cómo implementar programas de reskilling y upskilling efectivos
- Diagnóstico interno: Evalúa las habilidades actuales y compáralas con las que el negocio requerirá en los próximos años.
- Personalización del aprendizaje: Crea rutas formativas adaptadas al rol, al ritmo de cada colaborador y a sus intereses de desarrollo.
- Integración con el día a día: Fomenta el aprendizaje dentro del flujo de trabajo, utilizando herramientas como microlearning o plataformas on-demand.
- Medición de impacto: Alinea los indicadores de aprendizaje con KPIs de desempeño, productividad o innovación.
- Reconocimiento y movilidad interna: Impulsa una cultura de mérito donde el aprendizaje constante se traduzca en crecimiento profesional.
Retención, motivación y cultura de innovación
Un colaborador que siente que su empresa invierte en su desarrollo es más leal, más proactivo y más productivo. Las compañías que priorizan el reskilling y el upskilling no solo atraen al mejor talento, sino que logran retenerlo en un entorno competitivo. Además, construyen una fuerza laboral resiliente, capaz de adaptarse a los desafíos del futuro.
