Tres líderes empresariales opinan que, con la pandemia, todo cambió o cambiará y tendremos que habituarnos rápidamente a una nueva cultura laboral y ajustes drásticos en la forma de interrelacionarnos
Los acontecimientos que marcan un antes y un después en la vida, las costumbres, la forma de concebir o hacer las cosas no son frecuentes. Si bien para la humanidad los cambios son inevitables, por lo general se trata de un proceso paulatino, que no desestabiliza de golpe nuestra forma de vida.
El ataque a las Torres Gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre de 2001, en cambio, trajo consigo cambios acelerados, marcó diferencia en la manera como los estadounidenses veían la seguridad interna y también obligó a modificar los protocolos mundiales para viajes en avión.
Hoy la enfermedad del coronavirus, neumonía por coronavirus o covid-19 marca un nuevo hito en la historia mundial, que modificó prácticamente todos los ámbitos de la vida: familiar, social, religioso, deportivo, laboral, etc.
Tres hombres de empresa y dirigentes de sus sectores lo confirman: todo cambió o cambiará y muy probablemente tendremos que olvidarnos de algunos hábitos y costumbres, pero, sobre todo, habituarnos rápidamente a una nueva cultura laboral y ajustes drásticos en la forma de interrelacionarnos.
“Sacudida” sin precedente
Michel Salum Francis, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de Mérida (Canacome) y del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), confirma que la pandemia “sacudió” en una forma sin precedente a la mayoría de los negocios del país y del mundo, con excepción de algunos giros de primera necesidad, como supermercados, tiendas de conveniencia, farmacias y hospitales.
Si tomamos en cuenta que en México el sector terciario representa al 95 por ciento de las unidades económicas y que éstas generan 80 por ciento de los empleos formales registrados ante el IMSS, podemos anticipar que, si el gobierno federal no las apoya como lo están haciendo los de otros países, habrá un alto índice de negocios quebrados y, por consiguiente, gran cantidad de desempleo, advierte.
En su opinión, cambiará la manera de ver las cosas, sobre todo porque la gente tomó conciencia de la dimensión del problema y tiene miedo, incluso de salir de casa, por el riesgo de contagiar a un ser querido, sobre todo porque hay personas infectadas con ausencia de síntomas.
Vemos economías de primer mundo en jaque, que no han podido controlar al virus por malas decisiones y la falta de humanismo de los dirigentes, añade. Hay políticos irresponsables que pueden generar desastres similares o peores, que lanzan afirmaciones temerarias, como en Puebla, donde su gobernador salió a decir que sólo los ricos se enfermaban y ahora es uno de los estados con más contagios.
Lenin Amaro Betancourt, presidente del Consejo Coordinador Empresarial de la Riviera Maya (CCERM), confirma que habrá un antes y un después en la forma de hacer negocios, de atender a los clientes en los hoteles, restaurantes y comercios, pero también tendrán mayor relevancia las plataformas digitales para reservaciones. Un ejemplo: el Tianguis Turístico en digital que se realizará en septiembre.
Iván Ferrat Mancera, Presidente Consejo Coordinador Empresarial del Caribe, señala que los efectos de la pandemia superaron por mucho a cualquier crisis sanitaria, huracán o terremoto que se haya conocido en los últimos años.
“Nuestra forma de vivir y trabajar no será la misma, habrá mucha prevención, mucha higiene y, en el caso del turismo, será vital tener una vacuna, lo que, según se pronostica, será en el primer trimestre del 2021”.
Enseñanzas y protocolos
Para Salum Francis, esta pandemia le ha enseñado lo peligroso que puede ser que un gobierno no entienda que en la base de la economía están los micro, pequeños y medianos negocios que generan empleos, pues sus malas decisiones pueden destruir lo que se construyó con el trabajo y esfuerzo de muchos años y poner al país al borde de un estallido social por la falta de puestos laborales.
En cuanto a los protocolos, destaca que, definitivamente, se aprendió la importancia de saber estar en casa para frenar contagios y evitar la propagación de cualquier virus.
Ferrat Mancera añade que todo empresario o emprendedor debe hoy tomar conciencia de la importancia de la educación financiera y de mantener a su negocio con finanzas sanas en todo momento, pues es lo que puede ayudar a sortear estas crisis y salir adelante.
En cuanto a los protocolos que se tendrán que adoptar, opina que deberán orientarse a la salud e higiene, para ofrecer seguridad al comprador, al turista, al que recibe el servicio o producto.
“Las empresas tendremos que gestionar certificados, dependiendo del giro, para garantizar al cliente que se está libre del covid-19”.
Para el presidente del CCERM, en cambio, la pandemia enseñó al empresario la importancia de ser más humanista, reinventarse, transformarse y adaptarse a una nueva forma de hacer negocios, con protocolos como los de la sana distancia, a los que deberán sujetarse los turistas desde que llegan al aeropuerto, en los hoteles y la contratación de servicios turísticos, en los que se deberán aplicar limpieza y desinfección constantes para “ganarse la confianza de los turistas, uno por uno”.
Oportunidad en la crisis
Los tres entrevistados coinciden en que, como toda crisis, la de la covid-19 representó una oportunidad para innovar, pero, sobre todo, dice Salum Francis, se creó una cultura de trabajo en casa, generalizó el uso de las tecnologías para comunicarnos y ser más eficientes y dio impulso al comercio electrónico.
“La adversidad hizo que nos reinventemos para tratar de que nuestros negocios sobrevivan”
Amaro Betancourt, por su parte, destaca que será fundamental innovar, reinventarse y, más que nunca, diversificar la economía del Caribe mexicano, que tiene una total dependencia del turismo, lo cual no es lo ideal. Recomienda, además, mantener la calidad en el servicio al reanudar operaciones, pues es lo que distingue a la región.
Ferrat Mancera, comparte la idea de que habrá que ser creativos y encontrar nuevas formas de hacer negocios, ofrecer servicios, interactuar, sobre todo porque aún no hay aún una vacuna contra la covid-19.
En ese sentido, destaca que, si bien el giro importa mucho, las empresas que sobrevivirán serán las tengan finanzas sanas, ahorros para contingencias y, obviamente, todas tendrán que ajustar sus costos operativos al mínimo.
Pero, sobre todo, añade el dirigente de la Canacome y del CCE en Mérida, saldrán adelante las que hayan llegado a acuerdos con su personal para sobrellevar la crisis, las que hayan entendido la importancia del capital humano, pero también las que tuvieron soporte financiero para afrontar esta contingencia.
Dialogar e innovar
Salum Francis señala que su recomendación a los empresarios durante la pandemia ha sido dialogar con el personal, llegar a acuerdos que beneficien a ambas partes y entender que, de lo contrario, una y otra perderán porque el negocio cerrará y los empleados se quedarán sin trabajo. “Las demandas podrían ser inútiles porque no habrá capacidad en las juntas de conciliación para atender tantos casos laborales que se avecinan, por eso es mejor hacer un esfuerzo conjunto y mantener a flote a la empresa”.
Amaro Betancourt, añade: “todos tenemos que reinventarnos, innovar, trabajar constantemente en la calidad de nuestros servicios, cumplir todas las indicaciones de las autoridades sanitarias y obtener la certificación que actualmente está promoviendo la Secretaría Estatal de Turismo”.
Para el ex presidente de los Náuticos de Quintana Roo la clave está en bajar costos operativos al mínimo, ajustar los fijos, como luz, agua, teléfono, pero también los salarios para evitar despidos, buscar nuevas formas de ingresos, ser creativos para vender el producto o servicio, hacer promociones y ventas anticipadas con descuentos e informarse sobre los apoyos fiscales y estímulos de los gobiernos municipales, estatal y federal.
El empresario tiene un papel sumamente importante como generador de empleo, lo que es fundamental para el funcionamiento de la comunidad, de la sociedad, pero necesita hacer una alianza con el gobierno para no dejar de cumplir sus obligaciones, de pagar sus impuestos o derechos, pero poco a poco, conforme se reactive la economía. Sabemos que el gobierno requiere flujo de efectivo para aplicarlo en las diferentes partidas, atender la ciudad, la infraestructura, los apoyos, comenta.
Salum Francis por su parte, recomienda mantener la unidad, el trabajo conjunto y acatar las instrucciones oficiales para que esto acabe lo más pronto posible.
Nuestro papel como empresarios es seguir tratando de hacer entender al gobierno federal la importancia de las Mipymes, que están ante una situación extraordinaria y requieren acciones igualmente extraordinarias para sobrevivir.
“No estamos pidiendo que nos regalen nada, sólo el diferimiento de los pagos de impuestos, cuotas del Seguro Social, Infonavit y servicios básicos, como la energía eléctrica, para poder hacer frente al pago de sueldos de nuestros empleados, afirma.
Amaro Betancourt subraya que el papel del empresario es fundamental porque “somos el motor de la economía, generamos los empleos y, con nuestros impuestos, le damos recursos a los tres niveles de gobierno para que mejoren nuestras calles, nos den mejores servicios de salud y mejor la calidad de vida a todos”.
