La reciente reforma a la Ley de Trata de Personas en México ha ampliado la definición de estos delitos, reconociendo que no se limitan únicamente a la explotación sexual o el trabajo forzoso. Ahora, se incluyen diversas formas de abuso y maltrato en el contexto laboral, que pueden ser tanto físicos, psicológicos como emocionales. Este 30 de julio, Día Internacional Contra la Trata de Personas, es una oportunidad crucial para reflexionar sobre estas problemáticas y cómo afectan a nuestra sociedad.
Nuevas Dimensiones de la Trata de Personas
Cinthya Susana Acosta Ugalde, coordinadora de la Comisión Interna para la Igualdad de Género de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, destaca que existe un paradigma erróneo que asocia la trata de personas únicamente con el maltrato físico visible. Sin embargo, en los espacios de trabajo también pueden presentarse abusos psicoemocionales que son igualmente devastadores.
“La trata implica obtener un beneficio de una persona sometida a esta situación, ya sea comercializando a la persona o explotando su trabajo. Esto genera un beneficio económico para el explotador, mientras que la persona explotada no recibe el mismo beneficio y sufre tanto física como emocionalmente”, explica Acosta.
Reformas a la Ley General de Trata de Personas
La reforma de la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas ha reconocido por primera vez que las jornadas laborales excesivas, por encima de los límites establecidos en la Ley Federal del Trabajo (LFT), pueden considerarse como delito de explotación laboral. Este es un cambio significativo que amplía la protección legal a los trabajadores, asegurando que no sean forzados a trabajar en condiciones inhumanas.
Condiciones Laborales y Maltrato
Antes de esta reforma, la explotación laboral se configuraba solo en situaciones extremas, como trabajar en condiciones insalubres sin protección, recibir pagos desproporcionadamente inferiores a la carga laboral, o ganar menos del salario mínimo. Ahora, se reconoce que la extensión de las jornadas laborales también constituye una forma de maltrato.
“La reforma actual busca limitar esas jornadas y mejorar la organización del trabajo en nuestro país, donde la productividad no siempre corresponde al número de horas trabajadas”, menciona Acosta.
La Indiferencia y la Impunidad
Malcom Aquiles Pérez, director de Incidencia en Políticas Públicas y Movilización de World Vision México, subraya que la indiferencia ante la trata de personas, especialmente en cuanto a la explotación sexual y laboral, fomenta la impunidad y genera un entorno de violencia y desconfianza social. Esto es particularmente perjudicial para grupos vulnerables como niños, niñas, adolescentes, mujeres, comunidades indígenas y afrodescendientes, quienes enfrentan un mayor riesgo de explotación laboral.
Sectores Vulnerables en México
Según Aquiles Pérez, los sectores más vulnerables a la trata en México incluyen la construcción, minería, agricultura, restaurantes y bares con venta de alcohol, y servicios domésticos. Las cifras del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México indican que la explotación laboral está presente en varios estados, incluyendo la capital del país, el Estado de México, Coahuila, Guanajuato, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora y Veracruz.
Conclusión
La reciente reforma a la Ley de Trata de Personas es un paso significativo hacia la protección de los derechos de los trabajadores en México. Al reconocer que la explotación laboral incluye no solo condiciones físicas extremas sino también abusos psicoemocionales y jornadas laborales excesivas, se amplía la protección y se promueve un entorno de trabajo más justo y humano. En este Día Internacional Contra la Trata de Personas, es esencial que reflexionemos sobre estas problemáticas y trabajemos juntos para erradicarlas de nuestra sociedad.
