En el bullicioso corazón de Hermosillo, Sonora, donde las ondas de calor del desierto danzan sobre el asfalto, está floreciendo un renacimiento ecológico liderado por Alexa Ramos Chapetti, la visionaria fundadora de Casa Fractal. Con una misión entrelazada en el tejido mismo de la sostenibilidad y la administración ambiental.
El nacimiento de Casa Fractal no siguió la trayectoria convencional. Abrazando lo que ella describe como una vibra ambiental “hippie” superficial, descubrió una conexión profunda con las plantas que parecían hablarle, instándole hacia un camino de permacultura y vida holística.
Hoy, Casa Fractal se erige como un faro de productos naturales y conscientes del medio ambiente, rechazando los químicos tóxicos en favor de ingredientes veganos, libres de crueldad animal y ecológicos. La marca se enorgullece de gestionar sus residuos de manera responsable y asegurar que el ciclo de vida de sus materias primas se cierre en un bucle ecológico. Cada producto es una maravilla multifuncional, nacida de la medicina herbal y elaborada con respeto por las plantas que ofrecen su energía y propiedades curativas.
Mientras Alexa Chapetti lidera a Casa Fractal hacia un horizonte completamente sostenible, lo hace con el conocimiento de que cada pequeño paso es un salto hacia el mundo que ella visualiza, donde la armonía con el medio ambiente no es solo un objetivo, sino una forma de vida.