Como en otros ámbitos, la etapa postpandemia se caracteriza por un panorama económico complicado para las empresas, con tres factores que, según el economista Junior Martinez Hernández, con maestría en Economía y especialidad en Macroeconomía y Finanzas Públicas, el sector privado debe tomar en cuenta para mantenerse: inflación alta y persistente, recuperación económica y riesgo de recesión global.
La crisis económica que generó el confinamiento dejó la inflación más alta que ha visto el mundo en los últimos 20 años en los países desarrollados y emergentes, integrantes del G-20. Los analistas consideran que durará entre uno y dos años con un impacto negativo en el poder adquisitivo y efectos en las decisiones de consumidores, gobiernos y empresas.
Sector primario.
A la fecha no todas las economías han recuperado los niveles de producción que tenían antes del confinamiento. Se calcula que les tomará un tiempo y, aunque ya hay indicios de recuperación, no alcanza a todos los sectores de la economía y tampoco se da en forma homogénea, por lo que el consumo, la inversión, el gasto público, las metas y el Producto Interno Bruto se ven afectados.
Junior Martínez señala que las empresas del sector primario, las que producen insumos, como la agrícola o la extractiva, tienen que incrementar sus esfuerzos para ser competitivos, generar más producción con la misma cantidad de insumos en el mismo periodo de tiempo.
Sector secundario.
El sector secundario, el de la transformación, también tiene que ser más competitivo, sobre todo porque depende de la importación de insumos de otras partes del mundo y hay un problema con las cadenas logísticas en el planeta, sobre todo en Asia, donde hay una especie de cuello de botella. Hay que considerar que la logística es cara y tardada. El costo de trasladar un contenedor se triplicó o cuadriplicó y los puertos más importantes del mundo están saturados y no tienen capacidad para desahogar a los cargueros de forma rápida. Eso impacta en la eficiencia del transporte y la logística, si consideramos que el precio del petróleo está subiendo y se dirige peligrosamente a superar los 100 dólares por barril. Eso alimenta la inflación y hace que la logística también sea más onerosa para las empresas del sector industrial.
Sector terciario.
El sector terciario depende en gran medida de la innovación, de modo que es recomendable que las empresas inviertan en inteligencia de investigación de mercado y encuentren nuevos canales para proveer sus servicios.
Martínez Hernández opina que un área de oportunidad está en las industrias creativas relacionadas con programadores, ingenieros, creadores de software, diseñadores gráficos y artistas. La industria que tiene que ver con la creatividad guarda mucho potencial en México, que no se ha aprovechado al 100%.
“Las empresas tienen que ser más agresivas en su estrategia de competencia por el mercado porque, sin duda, aunque continúa la pandemia, es inevitable el regreso de las personas a la vida económica en las modalidades presencial y virtual, ya que la enfermedad dejó de ser un riesgo mayor por las vacunas, la investigación científica y los cuidados”, subraya.