Sam Altman, cofundador de OpenAI, aborda la inquietud generada por la rápida expansión de la inteligencia artificial (IA) como resultado de su poder transformador. En el marco del Foro Económico Mundial en Davos, Altman destaca la incertidumbre inherente a las grandes revoluciones tecnológicas y reconoce la ansiedad que rodea a la IA.
Altman valora la inquietud de las personas, considerándola como una reacción adecuada dada la naturaleza impactante de la tecnología. Enfatiza la importancia de la precaución y la conciencia de las consecuencias en juego, aludiendo a la necesidad de abordar las preocupaciones de manera proactiva. Aunque comparte la inquietud, Altman expresa su confianza en la capacidad de superar los desafíos planteados por la IA.
En el debate que abordó la desconfianza generada por la IA y la falta de principios rectores, Altman defendió los avances de OpenAI, destacando los progresos evidentes en las versiones GPT3 y GPT4. Subraya que estos avances demuestran cómo la tecnología puede alinearse con un conjunto de valores, a pesar de los desafíos éticos y la complejidad asociada con la inteligencia artificial.