Ciudad de México, 18 de marzo.- La propiedad industrial genera la tercera parte del total de los empleos en México; los salarios son 18% más altos.
La Unión Europea, a través del proyecto IP Key América Latina, en colaboración con el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), presentó el estudio “La contribución económica de la propiedad intelectual en México”, que cuantifica, por primera vez, la aportación económica en el país de las industrias que protegen las marcas, patentes, diseños, denominaciones de origen, entre otras fuentes de propiedad industrial.
Las industrias que más protegieron sus marcas e invenciones entre 2010 y 2019 contribuyeron con 47.8% del PIB nacional 2019, lo que representó 11.5 millones de millones de pesos. Además, estas industrias generaron 17.6 millones de empleos, que representaron 33.6% del total de puestos de trabajo en 2019, y registraron salarios, en promedio, 18.1% más elevados, en comparación con aquellas industrias que no ejercen derechos de propiedad industrial (DPI).
El estudio, financiado por la Unión Europea, destaca que las industrias que hacen mayor uso de la propiedad industrial desempeñaron un papel clave en el comercio exterior, ya que representaron más de 70% de las exportaciones e importaciones de mercancías. El estudio también subraya el impacto de las empresas europeas en las exportaciones de mercancías, representaron 26.5% del total de productos exportados por industrias intensivas en DPI en 2019.
Adicionalmente, las empresas con participación de capital de origen europeo que hacen uso de la propiedad industrial aportaron 1.7 millones de empleos directos en la economía mexicana en 2019, y cerca de 1.7 millones de empleos indirectos.
Pedro Duarte Guimarães, líder del proyecto IP Key América Latina, señaló que una parte importante de las industrias en México utilizan DPI y, como resultado, las industrias que más protegen su propiedad industrial tienen un importante valor económico y mayores posibilidades de pagar salarios más altos. “Esto es positivo para los más de 17.6 millones de puestos de trabajo directos e indirectos que generaron las industrias intensivas en DPI en su conjunto. El estudio permite concluir que las industrias intensivas en DPI son de un valor exponencial para las economías, que vale la pena invertir, registrar y proteger la propiedad intelectual”.
Paolo Caridi, jefe de la Sección Económica y Comercial de la Delegación de la Unión Europea en México, indicó que este material corrobora el importante aporte de las empresas de capital europeo intensivas en DPI a la economía mexicana, ya que forman parte integral del PIB de México, contribuyen significativamente a la creación de empleos bien remunerados y sostenibles, y son responsables de una gran parte de las exportaciones mexicanas.
“Las crisis económicas que hemos atravesado en Europa nos han demostrado que, aún en tiempos de crisis o recesión, los sectores intensivos en DPI se adaptan mejor a las condiciones difíciles en comparación con el resto de la economía, gracias al papel cada vez más relevante de los valores intelectuales en nuestras sociedades modernas. Por este motivo, no cabe duda que, en unos años, cuando se realice una actualización de este estudio, las cifras demostrarán que las industrias intensivas en DPI serán aún más relevantes para la generación de empleos y el PIB de México”, dijo Caridi.
Juan Lozano, director general del IMPI, destacó que este estudio es una herramienta estratégica para el desarrollo y para el impulso a la economía. Añadió que “si hemos aprendido bien las lecciones que nos dan los eventos globales recientes, todos, sociedad, gobierno y empresas tenemos el reto de proteger y fomentar una economía basada en la innovación. Con este estudio queda al descubierto que la creatividad, la generación de lo nuevo y la capacidad inventiva de la gente constituyen motores fundamentales para la economía”.
Asimismo, señaló que el estudio nos permite corroborar la relación directa que existe entre propiedad industrial y generación de riqueza. “Pero no solo eso, también nos deja ver que la propiedad industrial es un claro incentivo para la incursión en la vida económica en el sector formal; quien tiene propiedad industrial tiene mayores razones para cubrir sus obligaciones fiscales, laborales y de seguridad social. No tengo duda, las marcas y patentes son sellos que indican que en donde se encuentran hay mejores condiciones de bienestar”.
