El peso mexicano se posicionó como una de las monedas más fuertes entre los mercados emergentes al cierre de operaciones del pasado viernes, registrando un incremento del 0.30% frente al dólar. Este repunte, no observado desde septiembre, se atribuye a la revisión al alza del crecimiento del PIB del tercer trimestre, que pasó del 0.9% al 1.1%, según datos del INEGI.
A pesar del cierre parcial en Estados Unidos por el feriado de Acción de Gracias, inversionistas internacionales realizaron movimientos favorables hacia el peso, impulsando su valor. La apreciación semanal fue del 0.53%, con un volumen promedio de 20,158.25 millones de dólares, destacando la liquidez y utilidad del peso mexicano para las coberturas.
La revisión del Sistema de Cuentas Nacionales evidenció que el PIB mexicano creció a un ritmo del 1.1% a tasa anual en el tercer trimestre, respaldado por la solidez del consumo interno, el comercio, el turismo y el dinamismo de la construcción. Aunque la economía ha sorprendido positivamente, algunos analistas advierten una posible desaceleración en el futuro debido al apretamiento monetario y la desaceleración en Estados Unidos.
A pesar de las proyecciones más bajas del mercado, con estimaciones del crecimiento del PIB en 3% al cierre de 2023, la economía mexicana ha mantenido un sólido desempeño. El consumo privado, la expansión de la construcción y las exportaciones automotrices son considerados los principales impulsores de esta dinámica económica.