La violencia económica es una forma de abuso que a menudo pasa desapercibida, pero que tiene un impacto devastador en la vida de quienes la padecen. A diferencia de la violencia física, sus marcas no son visibles, pero afectan profundamente la autonomía y bienestar de las víctimas. Según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), la violencia económica implica el control o manipulación de los recursos financieros de una persona para ejercer poder sobre ella.
Este tipo de abuso generalmente ocurre dentro del entorno familiar, donde uno de los miembros de la pareja (en la mayoría de los casos, el hombre) limita el acceso de su pareja a los recursos financieros, impidiendo que la víctima trabaje o tenga control sobre sus ingresos. De hecho, el INEGI reporta que 2 de cada 10 mujeres en México han sufrido violencia económica.
Las 5 formas más comunes de violencia económica
Es crucial aprender a identificar la violencia económica para poder combatirla. Aquí te mostramos cinco formas comunes en las que este abuso se manifiesta:
- Control de ingresos: El abusador impide que la víctima trabaje o confisca sus ingresos.
- Control de gastos: Se limita el manejo del dinero, requiriendo permisos para realizar cualquier gasto.
- Generación de deudas: El abusador genera deudas a nombre de la víctima sin su consentimiento.
- Manipulación de bienes: Los bienes de la víctima se usan sin su autorización o a su nombre.
- Restricción de acceso a recursos financieros: La víctima no tiene acceso a tarjetas, créditos u otros productos financieros.
La educación financiera como herramienta de prevención
La mejor manera de prevenir la violencia económica es a través de la educación financiera. Al aprender a gestionar tus finanzas personales, puedes lograr autonomía económica y evitar depender de otros. Además, te da las herramientas para reconocer señales de abuso y actuar en consecuencia.
Beneficios de la educación financiera:
- Autonomía económica: Te permite gestionar tus propios recursos, evitando la dependencia financiera.
- Conocimiento de derechos: Saber cómo funcionan los productos financieros te ayuda a conocer tus derechos y a buscar ayuda en caso de abuso.
- Planificación financiera: Te enseña a administrar el dinero de manera efectiva, protegiendo tus recursos.
- Conciencia y prevención: Te da la capacidad de identificar los primeros signos de abuso económico y tomar medidas para detenerlo.
Conclusión
La violencia económica es un problema grave que afecta a muchas personas, especialmente a mujeres. A través de la educación financiera, es posible prevenir este tipo de abuso y empoderar a las víctimas. Si sospechas que puedes estar sufriendo este tipo de violencia, es importante actuar, buscar apoyo y utilizar las herramientas disponibles, como el Proyecto Minerva, para retomar el control de tu vida y tus finanzas.