Acapulco se prepara para recibir el prestigioso Abierto Mexicano de Tenis, un torneo ATP 500 que comienza este lunes. Sin embargo, las huellas visibles de la devastación causada por el huracán Otis aún persisten en inmuebles, condominios y hoteles de la zona. A pesar de los desafíos, los comerciantes y restauranteros albergan esperanzas de que el evento brinde beneficios y revitalice la economía local.
Francisco Mejía Casteñón, concesionario y propietario de un restaurante en la playa Revolcadero, ubicada a solo cinco minutos de la Arena GNP donde se llevará a cabo el torneo, expresó que los meses posteriores al paso del huracán han sido complicados. No obstante, ven con optimismo la llegada del torneo como una oportunidad para impulsar sus negocios.
Aunque eventos como este suelen atraer a una gran cantidad de personas, Mejía Casteñón señaló que muchos visitantes son aficionados al tenis que disfrutan de la fiebre del torneo sin necesariamente consumir en los establecimientos locales. “Vienen aquí a refrescarse un rato a la playa y sí, nos dejan consumo también”, comentó.
En la playa Revolcadero, donde se encuentran 20 restaurantes y 84 comercios que van desde misceláneas hasta venta de artesanías y ropa, los trabajadores han decidido extender sus jornadas laborales para aprovechar al máximo la afluencia de turistas durante el torneo.
Sin embargo, José Luis Olea Hernández, un mesero experimentado, expresó que la contribución económica del torneo de tenis es limitada, ya que solo algunos turistas optan por visitar la playa. Destacó que la reconstrucción total de la imagen del puerto llevará varios años, pero mantienen la expectativa de que el turismo perdido regresará en el futuro.
El huracán Otis golpeó la costa de Guerrero el 25 de octubre de 2023, dejando un rastro de devastación que incluyó la pérdida de vidas, daños a la infraestructura y miles de damnificados. Aunque los desafíos persisten, la comunidad local busca en
