En un mundo donde las mujeres continúan luchando por dejar su marca en profesiones dominadas históricamente por hombres, emergen figuras icónicas que se convierten en símbolos de perseverancia, dedicación y éxito. Una de esas historias que resalta y nos inspira es la de la doctora Pamela Báez.
Nacida en Hermosillo, Sonora, una ciudad al norte de México que combina tradiciones, calor humano y la tenacidad característica de su gente, Pamela inició su viaje en el mundo de la medicina como médico general. Sin embargo, su visión y determinación la llevaron mucho más allá de los confines de su ciudad natal.
Decidida a especializarse y aportar en áreas menos exploradas, optó por la hematología, formándose en el prestigioso centro médico nacional “20 de noviembre”, perteneciente al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado. No contenta con esto, buscó la excelencia al realizar una alta especialidad en trasplante de células progenitoras hematopoyéticas en el reconocido Instituto Nacional de Ciencias Médicas Salvador Zubirán.
Su sed de conocimiento y su pasión por estar siempre a la vanguardia la llevaron a formarse en síndromes mielodisplásicos en agosto de 2019, gracias al grupo GLAM.
Hoy, la doctora Báez no sólo se dedica a sanar y hacer la diferencia en el Hospital General de Especialidades Médicas del Estado de Sonora, sino que también comparte su conocimiento como docente en la Facultad de Medicina de la Universidad de Sonora. Con esto, no solo refuerza su compromiso con la medicina, sino también con la formación de futuras generaciones.