El avance de la inteligencia artificial (IA) está remodelando rápidamente el panorama laboral. Según el McKinsey Global Institute (MGI), el 2023 marcó un punto de inflexión en el que la IA alcanzó el nivel del rendimiento humano en el trabajo, años antes de lo previsto inicialmente. Esta tecnología está transformando no solo la forma en que realizamos nuestras tareas, sino también la anatomía misma de los trabajos.
El informe “El potencial económico de la IA generativa: La próxima frontera de productividad” del MGI señala que las nuevas capacidades de la IA generativa, combinadas con tecnologías anteriores e integradas en operaciones corporativas en todo el mundo, están acelerando el potencial de automatización técnica de actividades individuales y la adopción de tecnologías que aumentan las capacidades de la fuerza laboral.
Por ejemplo, las actividades laborales de profesores de lengua y literatura inglesa de nivel superior, que incluyen la preparación de exámenes y la evaluación de los estudiantes, ahora pueden ser realizadas por IA generativa. Esto libera tiempo para que los profesores se dediquen a actividades más enriquecedoras, como la orientación de discusiones en clases o tutoría a los alumnos.
Áreas más afectadas por la automatización
El impacto de la IA varía según la industria y el tipo de funciones. Según la investigación del MGI, las actividades con más potencial de sustitución por IA son:
- Marketing y ventas
- Ingeniería de software
- Operación de clientes
- Investigación y desarrollo de productos
- Legal y cumplimiento normativo
Por ejemplo, en el sector de la alimentación, la IA generativa puede mejorar el proceso de elección y pedido de ingredientes para una comida. Asimismo, en el sector financiero, la IA puede mejorar la gestión del valor del cliente mediante la entrega de campañas de marketing personalizadas a través de un chatbot.
Aumento de la productividad y el PIB global
La adopción de la IA en las empresas puede aumentar significativamente los resultados financieros. Según el MGI, la IA puede incrementar entre un 0.2% y un 3.3% la productividad mundial cada año. Esto podría agregar entre 2.5 y 4.4 billones de dólares al Producto Interno Bruto (PIB) global anualmente.
Industrias como la banca, la tecnología y las ciencias de la salud se verán especialmente afectadas por la implementación de la IA, pero también se espera un impacto significativo en el comercio minorista.
Desafíos y oportunidades
Sin embargo, el avance de la IA también presenta desafíos. Entre un cuarto y un tercio de los empleos podrían cambiar en la próxima década debido a la implementación de esta tecnología. Por lo tanto, las empresas, el gobierno y la sociedad en su conjunto tienen la tarea de gestionar estos cambios de manera positiva.
La inteligencia artificial no solo está transformando la forma en que trabajamos, sino también la forma en que vivimos. Aprovechar al máximo su potencial y mitigar sus posibles efectos negativos será fundamental para construir un futuro laboral más justo, eficiente y equitativo.
