El clima de confianza empresarial en México ha enfrentado una tendencia a la baja en 2025. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Indicador Global de Opinión Empresarial de Confianza (IGOEC) sumó en abril su cuarto mes consecutivo de retroceso, ubicándose en 48.6 puntos, el nivel más bajo desde enero de 2023. Esta cifra revela un panorama de mayor incertidumbre y cautela en los sectores clave de la economía mexicana.
¿Qué mide el indicador de confianza empresarial?
El IGOEC refleja la percepción que los empresarios tienen sobre la situación actual y futura de la economía y su negocio. Cuando el índice se encuentra por debajo de los 50 puntos, se considera una señal de desconfianza o pesimismo en el entorno económico.
Sectores más afectados
1. Manufactura
El sector manufacturero cayó a 48.5 puntos, con preocupaciones sobre la inversión futura y el comportamiento de la economía en los próximos meses.
2. Comercio
El comercio retrocedió a 47.4 puntos, mostrando una baja en la percepción de condiciones actuales para invertir y una creciente desconfianza en el futuro inmediato.
3. Construcción
Aunque tuvo un ligero avance a 46.9 puntos, la construcción acumula ocho meses en zona pesimista, manteniéndose como uno de los sectores más rezagados en términos de confianza.
4. Servicios Privados No Financieros
Este sector mostró una mínima mejora a 49.7 puntos, pero aún sin cruzar el umbral de optimismo.
Factores que explican la baja en la confianza empresarial
Especialistas apuntan que el descenso en el optimismo empresarial en México en 2025 se debe a varios factores:
- Un crecimiento económico débil en el primer trimestre del año.
- Incertidumbre política y posibles reformas estructurales que afectan la percepción de estabilidad.
- Tensiones comerciales internacionales que impactan las expectativas de exportación e inversión.
¿Qué significa esto para el clima de inversión?
El debilitamiento del optimismo empresarial indica que muchas compañías podrían retrasar inversiones, contrataciones o expansiones mientras esperan mayor claridad en el panorama político y económico del país. Esta actitud cautelosa puede tener efectos importantes en el dinamismo económico nacional.
Conclusión
La confianza empresarial en México se encuentra en una etapa de ajuste y observación. Mientras se estabilizan las expectativas económicas y políticas, es clave que las empresas se mantengan informadas, flexibles y con estrategias bien definidas para sortear un entorno desafiante. El seguimiento mensual de indicadores como el IGOEC será esencial para entender cómo evoluciona el clima de inversión durante el resto del año.