Esta semana marcó un hito en la legislación laboral mexicana con la entrada en vigor de la actualización de la tabla de enfermedades de trabajo. De manera oficial, padecimientos como el estrés laboral, la endometriosis y el Covid-19 son reconocidos como enfermedades que se desarrollan por el trabajo.
Un total de 88 nuevas enfermedades se incorporan a la lista de padecimientos ocupacionales. Destaca la ampliación de los cánceres de origen laboral, pasando de cuatro a 30 tipos, y el crecimiento en el grupo de enfermedades infecciosas y parasitarias, que se incrementan de 21 a 41.
La reforma a los artículos 513, 514 y 515 de la Ley Federal del Trabajo (LFT) ha permitido esta actualización, donde los trastornos mentales son reconocidos por primera vez en México como enfermedades de trabajo. Este reconocimiento abarca el estrés, la depresión, el insomnio y la ansiedad, cerrando el círculo normativo establecido por la NOM-035 en 2018.
Según la nueva lista, estas patologías pueden desarrollarse en mayor medida en empleados de sectores como salud, educación, transporte, atención a usuarios, seguridad pública y privada, fuerzas armadas, atención de desastres y urgencias, comercio, industrial, servicios bancarios y financieros. Sin embargo, se destaca que estos trastornos pueden presentarse en cualquier trabajador y puesto, dependiendo de los factores de riesgo psicosocial laborales negativos enfrentados.
La reforma también establece la obligación para la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) de publicar el Catálogo de las Cédulas para la Valuación de las Enfermedades de Trabajo en 45 días hábiles. Este catálogo será una herramienta clave para los médicos ocupacionales en el diagnóstico de los padecimientos. Asimismo, se fija un plazo de cinco años para que la STPS revise y actualice la tabla de enfermedades y las cédulas de valuación.
La actualización de la lista de enfermedades de trabajo contó con la participación de 50 especialistas de dependencias públicas, organizaciones de medicina del trabajo y universidades, y se alinea con la Clasificación Internacional de Enfermedades CIE-11 de la Organización Mundial de la Salud (OMS).