“Es real que ser mujer y ser emprendedora hace que las cosas sean más difíciles” reconoció Tamara Chayo, una joven emprendedora, que tuvo problemas para obtener capital de inversión para fundar MEDU Protection porque tiene dos puntos en contra: es muy joven y es mujer.
Tamara se sintió como si fuera una broma, sus prospectos de inversionistas le pidieron más número de contacto que a sus similares masculinos.
La Radiografía del Emprendimiento 2021, edición mujeres, indica que, en México, invertir en el negocio de una mujer es altamente redituable. El material de la Asociación de Emprendedores de México (ASEM) indica que, en promedio, el rendimiento de las emprendedoras es: 13% más rápido, además de que tienen 19% menos facturas atrasadas, en comparación con los negocios que dirigen los varones.
“Es triste porque detrás hay un tema de misoginia muy fuerte (…) a veces lo primero que buscan es ver si tienes a un hombre a tu lado. A ellos sí les creen y toman como cierto todo lo que un hombre dice, pero cuando eres mujer te cuestionan todo” describió la fundadora de MEDU Protection.
Durante la pandemia causada por la covid-19, Tamara se dio cuenta de que el sector de la salud incrementó la emisión de productos contaminantes… así es que fundó MEDU Protection, startup mexicana que fabrica indumentaria médica sustentable y segura.
Entre sus productos cuentan con batas, escafandras y overoles con una tela que protege contra 99.9% de virus y bacterias, incluido la covid-19.
La tela de estos productos permite que esta indumentaria se pueda lavar y reutilizar hasta 50 veces, lo que implica un ahorro de hasta 90%.
A pesar de los retos, la historia de Tamara es una más de éxito, la joven no se dio por vencida y recibió financiamiento de MaC Venture Capital, con Michael Palank como socio.
“Es muy frustrante que por ser mujer te cuestionen. A mí no me tomaron en serio hasta que traje a un director comercial hombre, es impresionante y lamentable. Como mujeres nos detenemos mucho, pero sólo necesitamos confiar en nosotras mismas y lanzarnos a la aventura”, indicó una muy valiente y visionaria emprendedora.
El apoyo entre mujeres es fundamental para contribuir con el fortalecimiento de las empresas, sin importar cuánto facture al mes.
“Si ayudo a que la otra siga, si me comunico e intercambio experiencias podemos contribuir a que un menor número de emprendedoras cierren sus negocios. Debemos ser conscientes de que las mujeres que vienen detrás de uno pueden desarrollarse mejor en el ecosistema si estamos trabajando coordinadas”, puntualizó.