Stratups de tecnología, productos sustentables, plataformas para beneficio de comunidades rurales, son parte de los proyectos que impulsan jóvenes mexicanos.
Alumnos y recién egresados del Tec de Monterrey han puesto en marcha empresas y proyectos, al ver el camino del emprendimiento como una manera de aportar a México.
“Elegir ser emprendedor en estos momentos y sobretodo siendo joven, requiere el coraje moral de hacer del mundo una oportunidad”, señaló Isaac Lucatero, director regional del Instituto de Emprendimiento Eugenio Garza Lagüera en CDMX.
1. Startups basadas en inteligencia artificial
Imanol Daran es fundador y CEO de Neuron, una empresa con la que desarrolla software y apps de Inteligencia artificial y Realidad virtual.
Entre ellas está un simulador de ultrasonido para capacitar a médicos en temas de cirugía fetal; un nutriólogo virtual que ajusta el plan de alimentación y un videojuego que ayuda a niños a realizar actividad física.
El sueño de Imanol es que en el país haya jóvenes que puedan desarrollar empresas unicornio, es decir, aquellas que superan el número de mil millones de dólares en valor de mercado en poco tiempo.
“En México no ha habido un unicornio como tal; tenemos ese reto y lo vamos a lograr, impulsar a que más chavos puedan hacer algo impactante”, consideró Imanol.
2. Prótesis y órtesis personalizadas en 3D
Siete niños mexicanos han conseguido caminar por primera vez en su vida, gracias a las prótesis personalizadas hechas con software e impresión 3D de la empresa Prothesia.
Este proyecto de dispositivos médicos a la medida y a bajo costo es liderado por el alumno de Ingeniería Mecatrónica del Tec campus Monterrey, Francisco Valencia. También participan los alumnos Julio Barriga, Diego Ramírez y Ángel Grande.
A la par de ayudar a personas a recuperar movilidad con órtesis y prótesis, durante la pandemia de covid-19 Prothesia ha realizado equipo de protección para médicos y otros dispositivos médicos para testing de covid-19.
“Una de las mejores cosas que puedes hacer al graduarte es trabajar en una startup de Estados Unidos, aprender cómo funciona y luego volver a México con el know-how para resolver uno de los miles de problemas que tenemos”, compartió Francisco.
3. El “Airbnb” de comunidades rurales
Rutopía es una plataforma que conecta a comunidades rurales de México con viajeros que buscan hacer ecoturismo comunitario.
Fue creada por los estudiantes y egresados del Tec de Monterrey, Emiliano Iturriaga, Sebastián Muñoz, Diego Espinoza y Leslie Pérez
“Las comunidades se benefician porque surgen trabajos que antes no tenían. Les damos la oportunidad para trabajar en su propia comunidad y no tener que migrar”, indicó Sebastián.
Rutopía busca un turismo justo y responsable, por lo que ganó en 2019 el concurso de emprendimiento social más importante a nivel mundial: el Hult Prize.
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4. Grillos para una alimentación saludable
Francisco Pérez, Cristina Clocchiatti y Alejandro de la Brena crearon Griyum, una empresa de harina saludable a base de grillos comestibles.
La idea de estos emprendedores es acabar la pobreza nutricional que existe en México.
“Lo que hace a una sociedad productiva es la alimentación. De ahí se deriva la educación y otros aspectos”, comentó Cristina.
Esta harina se utiliza para crear productos como galletas, tortillas y embutidos, entre otros, los cuales cuentan con más nutrientes que los tradicionales.
5. De colillas de cigarro a bioplástico
Evitar que las colillas de cigarro contaminen al ambiente es el objetivo de Yecuali, empresa creada por Gabriela González y Mixara Muñóz, alumnas del Tec de Monterrey Campus Saltillo.
Con Yecuali recolectan las colillas y las transforman en bioplástico el cual puede ser utilizado para crear productos como ceniceros o portavasos, entre otros.
6. Cuero vegano: ¡adiós crueldad animal!
El mexicano Axel Gómez-Ortigoza creó con su empresa PolyBion un sustituto de piel, libre de crueldad animal mediante la modificación genética de bacterias.
Este “cuero vegano”, llamado Celium, puede usarse en la creación de productos como zapatos y carteras, entre otras cosas.
No contamina el agua y se produce en un par de semanas mientras que la piel de origen animal tarda en estar lista hasta 2 años.
“México es tierra fértil para emprender. Existen muchas áreas de oportunidad que aún están por desarrollarse, además de gran capital social y humano con creatividad y actitud”, indicó Axel.
7. Nanotecnología para tratamiento de aguas residuales
David Hernández obtuvo el segundo lugar en el concurso Heineken Green Challenge por su proyecto de una planta tratadora de aguas residuales de bajo costo.
Este proyecto llamado Biotar consiste en un tanque de bajo costo que puede tratar agua en zonas rurales sin acceso a drenaje y no requiere mantenimiento usando una sustancia nanotecnológica.
A raíz de este emprendimiento el alumno de Biotecnología del Tec también realizó un sanitizante que elimina bacterias y virus sin dañar ropa, alimentos, mascotas ni la piel humana llamado Zanitix3.
“Para que México mejore y se convierta en el lugar que nosotros deseamos, tenemos que ser los que impulsen el cambio creando nuevas formas de vivir en este país”, señaló David.
8. Cultivar en la ciudad
Juan Succar y Jorge Lizardi crearon Verde Compacto, un contenedor transformado en un espacio capaz de cultivar hasta 100 veces más que un espacio tradicional.
Estos contenedores inteligentes llamados Huvster utilizan únicamente tecnología mexicana y están automatizados para facilitar la germinación, crecimiento y cosecha de los alimentos.
9. El “amazon” de artesanos
Alejandro Soriano, Enrique Vázquez, Ijsihara Palestino, Enrique Barreiro y Maryam Sánchez crearon Cempa Market.
Esta es una plataforma para ayudar a productores artesanales mexicanos a vender sus productos en Internet.
Los jóvenes, quienes estudian en el Tec de Monterrey, campus Ciudad de México, buscan que los artesanos del país reciban un pago justo por su trabajo y sean reconocidos.
“Queremos que sea un precio justo para ellos, buscamos evitar el regateo y el bajar los precios de los productos”, explicó Enrique.
10. Bioplástico de cáscara de naranjas
Giselle Mendoza, Nelly Hernández, Santiago Garza y Daniela Cepeda crearon GECO, un proyecto en el que reutilizan cáscara de naranja para crear bio-polímeros de plástico.
Este plástico podría usarse en embalajes para alimentos, juguetes o incluso en la medicina y está en una fase previa a ser desarrollado de manera industrial.
Este emprendimiento obtuvo el tercer lugar del Premio Santander a la Innovación Empresarial 2019.
“Como jóvenes somos la generación que puede hacer algo por frenar los cambios negativos que ha provocado el cambio climático”, indicó Nelly.
Información proporcionada por: tec.mx
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