La industria sin chimeneas deberá afrontar enormes pérdidas debido a que la pandemia ha generado el cierre de fronteras en el mundo
Las fantasías sobre el Apocalipsis zombi se convierten en realidad y las palabras preferidas de los fans de estas historias: infección, China, comida, animales, salvajes, cada día adquieren más peso. La favorita y, al parecer la más aterradora es PANDEMIA. En consecuencia, se leen titulares como los siguientes: Wall Street cierra con fuertes pérdidas, Temor en los mercados, Cierre de fronteras, Prohibidas las reuniones de más de 10 personas… y todo esto tiene una causa real: el coronavirus Covid-19.
Una de las más afectadas por la pandemia es la industria turística, pues diversas naciones han cerrado sus fronteras y puesto en cuarentena a los extranjeros. El pecado del turismo implica movilización e interacción, así que los viajeros transportan gérmenes, bacterias y virus.
La Organización Mundial del Turismo (OMT) ha pedido que esta industria se incluya en los planes de recuperación. En un reajuste a sus previsiones para 2020, considera un “crecimiento negativo de entre el 1% y el 3%, con pérdidas de alrededor de 50 mil millones de dólares estadounidenses, cuando anteriormente se pronosticó un incremento positivo de entre el 3% y 4%”.
En Asia y el Pacífico, lugares de origen del Covid-19, la caída prevista es de cerca del 12%, hasta el cierre de esta edición. Los datos cambian a diario por la rápida evolución del virus. Por ejemplo, el domingo 15 de marzo Rusia reportaba 63 casos, para el lunes 16, ya eran 93 los infectados y el gobierno de Vladimir Putin cerró las fronteras a los extranjeros.
El Consejo Mundial de Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) ha sido menos optimista y anticipa una caída del 25% de la industria turística, por lo que están en riesgo alrededor de 50 millones de empleos en el planeta al dejar de viajar unas 850 mil personas. Todo eso sin tomar en cuenta el tiempo que durará la crisis.