Ciudad de México, 31 de diciembre.- La Confederación Patronal de la República Mexicana señaló que este año hay sectores que siguen sin tener recuperación de empleos como es el caso del hotelero, restaurantero y de servicios recreativos, que requieren apoyo del Gobierno Federal.
Al dar a conocer el “Balance Económico del Año 2020 y Prospectiva 2021”, la Coparmex señaló que en el actual sexenio, de no implementarse medidas de mitigación y alivio económico, el crecimiento real acumulado del PIB será nulo, es decir, el compromiso de un crecimiento del cuatro por ciento será otra promesa incumplida. Será un sexenio perdido.
La Coparmex señaló que la pandemia tomó a México con una economía debilitada y en recesión. En 2019, se registró una contracción del (-) 0.1%. Era la primera vez en diez años.
La inversión se encontraba deprimida ante una disminución de la confianza empresarial. Desde noviembre de 2018, la Inversión Fija Bruta (indicador que mide la confianza y expectativas para invertir) mostró caídas anuales consecutivas.
En noviembre de 2019, la confianza empresarial de los tres sectores que mide el INEGI (construcción, manufactura y comercio) exhibía ya niveles pesimistas (13 meses seguidos).
La construcción acumula 25 meses con el mismo escenario desde noviembre de 2018.
En materia de empleo fue nula la generación. En 2019 se crearon 342 mil 077 trabajos formales, 50% menos de los datos registrados en 2018, y 26% menor que en el primer año del sexenio anterior (2013).
En general, la situación previa a la pandemia se caracterizaba ya por un marcado deterioro económico y un ambiente anti-empresarial desde el Gobierno Federal, visible en múltiples cambios de reglas, bloqueo de permisos para la inversión privada y falta de certidumbre jurídica.
Al decretarse la emergencia y la suspensión de la actividad en la mayoría del sector productivo, sin medidas efectivas de alivio ni estímulos fiscales, la crisis que ya vivía el país, se acentuó.
El consenso entre especialistas es que México registrará una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de alrededor del -9.0% en 2020, la más pronunciada en el país desde 1932.
Según datos reportados por el INEGI, el 87% de las empresas tuvieron alguna afectación por la covid-19. Solo 5% de ellas manifestaron haber recibido algún apoyo del gobierno.
Al hacer un análisis comparativo internacional, México fue uno de los países que destinó un menor porcentaje de su PIB en apoyos fiscales, apenas el 1%, en tanto que naciones como Perú, Brasil o Chile destinaron 12%, 10% y 6%, respectivamente.
Los resultados de la indiferencia gubernamental hoy son medibles y sus consecuencias son devastadoras: El 79% de las empresas reportaron una caída de sus ingresos, en promedio del 50%; un millón 117 mil 584 empleos formales se perdieron entre marzo y julio, lo que equivale a ochos trabajos perdidos por minuto en este periodo, y desapareció un millón 10 mil 857 empresas, que daban empleo a 2.9 millones de personas.
Sólo se ha recuperado el 50% de empleos formales perdidos, faltan 561 mil 984 de ellos para volver al estado previo al inicio de la pandemia, una cifra muy lejana a la prometida desde abril con la creación de los dos millones de trabajos en nueve, meses, plazo que vence en enero de 2021.
La estructura del mercado laboral cambió. El resultado fue el aumento de la informalidad, del subempleo (personas que trabajan menos horas de las que pueden/quieren trabajar) y del autoempleo.
Hay sectores que no han presentado una recuperación tan rápida, como el hotelero, restaurantero, y servicios recreativos y de esparcimiento (gimnasios, escuelas privadas, eventos, entre otros) que hasta septiembre muestran pérdida de empleo formal.
Ante las afectaciones que viven las empresas y que se podrían acentuar ante el repunte de contagios, el 15% de ellas dice que sólo podrían mantener sus operaciones por tres meses más.
Esto quiere decir que unas 700 mil empresas están en riesgo inmediato de cerrar ante las condiciones actuales y la falta de apoyo del gobierno.
En general, lo que se percibe es que la recuperación se está desacelerando e incluso con la vuelta al semáforo rojo en el Valle de México y en otras entidades, podría revertirse.