El “covid-19”, asesino invisible de personas, también mata el bienestar social y a la economía

El gobierno, sin preparación ni recursos para enfrentar la peor recesión

Ciudad de México, 11 de abril.- Así como el COVID-19 ha afectado a 1’503,900 personas en todo el mundo y a 26,519 solamente en México – de las que decenas de miles han fallecido-, también está matando a miles de empresas y cientos de miles de empleos, en perjuicio de las familias y la economía del país.

Desde que inició la crisis por el COVID-19, hemos visto en todo el mundo cómo los gobiernos entendieron su magnitud y el alcance de sus efectos y asumieron decididos programas de acción inmediata tanto en el aspecto sanitario para salvar vidas como en el económico, para salvar empleos y fuentes de empleo. En México, desafortunadamente, no hemos logrado que el gobierno comprenda la urgente necesidad de que impulse medidas contracíclicas. En una incomprensible condición única a nivel mundial, ha negado cualquier apoyo y, al contrario, exige a las empresas a que hagan lo imposible.

A las empresas se les han desplomado sus ventas, en muchos casos a cero. Sin ingresos durante semanas, con las puertas de sus negocios cerradas, se les exige mantener al 100% a su plantilla laboral con el 100% de sus sueldos y prestaciones sociales. Se les amenaza públicamente, se les exhibe, a la vez que se les lanzan miles de procedimientos de revisión y se les exige cumplir con el pago del 100% de sus impuestos y obligaciones sociales, además del pago puntual de los servicios públicos.

El gobierno cree que todas las empresas son gigantes, y que todos los empresarios son millonarios, abusivos y que se han enriquecido por la corrupción; está muy equivocado.

En principio, le reiteramos lo que hemos señalado en las mesas de trabajo: del total de las empresas en México, sólo el 0.22% son empresas grandes, con más de 250 trabajadores; el 0.83% son medianas, con entre 50 y 250 trabajadores; el 4% aproximadamente son pequeñas, con entre 11 y 50 trabajadores y el 95% son microempresas, con hasta 10 trabajadores.

En México, el empresario es igual a cualquier persona, con la diferencia de que, gracias a su emprendimiento y responsabilidad social, contrata como trabajadores a personas iguales a él, juntos hacen grandes familias que a diario enfrentan toda clase de dificultades; nadie sufre más que él cuando las cosas van mal, cuando no puede cumplir con el pago de los sueldos de su gente, con quienes ha construido y mantenido su negocio. Por eso, nada es más innecesario que el gobierno venga y les amenace, porque todos, el empresario y sus trabajadores y sus familias, saben perfectamente y sufren por el hecho de que las cosas se compliquen.

Ante la falta de voluntad gubernamental para apoyar a las empresas, a las fuentes de empleo para enfrentar los nocivos efectos económicos del COVID-19, la CONCAMIN pondrá desde hoy en funcionamiento el “COVID-INDUSTRIAL”, con dos propósitos fundamentales:

1). Continuar aportando estudios y propuestas sólidas acerca del comportamiento de la economía y del estado de las finanzas públicas, en un escenario de alta volatilidad y afectación de las cadenas globales de valor.

2). Llevar el registro del cierre de empresas y empleos perdidos como consecuencia del COVID-19 y de la falta de apoyos, por rama industrial y entidad federativa. El COVID INDUSTRIAL ofrecerá informes semanales, el primero de ellos el miércoles 15 de abril.

La CONCAMIN, organización representativa de 1’200,000 empresarios industriales de todo tipo y que operan en todos los rincones del país, que aportan el 35% del PIB y el 90% de las exportaciones mexicanas, expresa a sus 8’400,000 trabajadores directos su mayor compromiso con su bienestar y el de sus familias, como lo hemos hecho durante décadas. Sabemos que México y el mundo saldrán de esta difícil coyuntura, pero esperamos que después de ello siga siendo el país solidario, fraterno y dinámico que crece para permitir el desarrollo de su gente.