Con 18 años de carrera, tres discos en su haber (uno en su natal España, otro en Cuba y el más reciente en México, donde reside), giras mundiales, presencia en festivales nacionales e internacionales, colaboraciones con artistas como el cubano Tito Pérez y tres premios en su haber, Noemí Maldonado, mejor conocida como La Niña del Cabo, es una artista consolidada dentro y fuera de su país. Sus canciones, incluso, han sido temas de películas y documentales.
Pero para esta compositora e intérprete originaria de las islas Canarias, todo ha sido fruto de mucho esfuerzo y trabajo duro, en solitario, sin ceder una pisca de terreno a una industria musical en la que hay muchos intereses de por medio.
Para La Niña del Cabo, quien ha compartido escenario con artistas de la talla de Lila Downs, lo más importante es la libertad, por lo cual ha rechazado muchos proyectos para tener el control de todo lo que hace, incluso de las portadas de sus discos, un camino que define como muy duro, pero que le ha dejado muchas satisfacciones.
Las colaboraciones que ha hecho con otros artistas las hizo para no aburrirse, no sólo para compartir públicos (algo que considera hacen muchos artistas para beneficiarse), pues cree en hacer música no sólo en los momentos malos, sino también, y más que nada, en los buenos, a tal grado que, contrario a otros músicos que han compuesto mucho durante la actual pandemia, ella prefiere arreglar sus asuntos, sobrevivir una vez que se cayeron todos sus proyectos (tenía una gira por España y un festival en Ciudad de México), y no hacer nada de conciertos en línea, como hacen otros, saturando las redes.
Ganadora del primer lugar en the Viña RockRadio 3 Contest (2003), finalista en el Villa de Madrid (2003), tercer lugar en el Trebufestival (España, 2012) y ganadora del concurso “Periferias” (2015) de la Red Sonar de Latinoamérica, Noemi tiene sus tres discos en Spotify (Zum, Matajari Maldonado y Bogomila, una fusión de flamenco, hip-hop, rap y ritmos cubanos), pero no se considera mainstream, como su compatriota David Bisbal, pues que plataformas como esa le cedan espacio a los trabajos independientes es complicado y, si no tienes dinero para promoverte mediante toda una campaña de marketing, es difícil.
“Yo no aspiro a tener mucho dinero, para mí el éxito no es eso, es vivir de lo que hago totalmente, dignamente, es la liberad de hacer lo que te gusta, no ser famosa, estoy orgullosa de haber hecho tres discos crowdfunding, cada uno en un país, eso no tiene precio, quiero seguir haciendo música a pesar de todo”.
Su tema “Huyendo de la pena” es parte del soundtrack de la cinta “El mundo alrededor”, de Alex Calvo Sotelo (2003).
“Me encanta porque estudié Comunicación Audiovisual con énfasis en música aplicada al cine y soy cinéfila, el día que haga una banda sonora voy a ser feliz, es un honor que usen mi música para una película, también he hecho banda sonora para cortos, más instrumental”.
Luego de un año viviendo en Cuba y la Ciudad de México, La Niña del Cabo se acaba de mudar a Mérida, donde tiene muchos proyectos y amigos maravillosos, se mudó sin conocer Yucatán, pero dice que se siente como en casa, porque creció cerca del mar, entre Canarias y Almería, y la gente es agradable y tranquila.
En Mérida armará una banda, como ha hecho en cada país donde ha vivido, porque su música está pensada para tocar en grupo, aunque igual toca mucho sola, con su guitarra.
El disco que hizo en México, “Bogomila”, es una colaboración con artesanos de Chiapas, para crear unas muñecas relacionadas con el tema. Además hizo 50 discos físicos, porque ya no usan mucho, pensados como una obra de arte para obsequiar entre sus mentores, un trabajo del grabador Esteban Silva, indigenista de Michoacán dueño del Taller El Lirio, de grabado (hacen libros de papel con las raíces de los lirios del lago de Pázcuaro), una forma de apoyar a estas comunidades mediante el crowdfounding.
Otra novedad son las tarjetas germinables para descargar la música de La Niña del Cabo. Una vez que se descarga el disco online, la tarjeta, que tiene semillas, se entierra y da como resultado una planta gratis comprando el disco, de hecho son dos macetas porque la tarjeta se divide en dos partes. Se podrá conseguir en los conciertos de la artista española.