Cancún, 14 de octubre.- Gabriel Igartúa Sánchez, presidente del Consejo Nacional de Turismo de la Coparmex, manifestó que una de las claves para ayudar a la reactivación del sector es “reinventarse con calidad” y no optar por bajar los precios.
El dirigente indicó que el turismo actual obliga a ser mejores y cuidar el aspecto humano, de lo que muchas veces “nos olvidamos y que genera una diferencia con nuestros competidores, pues el mexicano da un servicio con atención y una sonrisa”.
“Creo que esto lo hemos perdido, nos mentalizamos más en los procesos y eso se tiene que volver a hacer. Estamos ante un gran reto de reinventarnos y aprender que la nueva manera de hacer turismo nos obliga a que seamos mucho mejores para cumplir y superar las expectativas del turista”, indicó y enfatizó que la clave no está en bajar los precios, sino en generar un valor agregado.
De acuerdo con Igartúa Sánchez, el sector turístico resultó sumamente afectado por la pandemia y se habla de la pérdida de un millón de empleos en general, pues uno de cada 11 que se generaban, surgen de esta industria al ser sumamente incluyente.
También dijo que una de las situaciones poco claras en la pérdida de empleos es quiénes van a recuperarlos. En ese sentido, mencionó que el restaurantero es un sector seriamente golpeado.
“He estado en contacto con la Organización Mexicana de Restaurantes, que teme que hasta el 50 por ciento no tendrá capacidad para regresar. Lo interesante es saber si esta depuración servirá para mejorar, que salgamos reforzados, que se genere un área de oportunidad para los que no regresaron y que lo hagan de otra manera”, indicó.
También dejó en claro que a la industria turística no se le debe poner en riesgo con aspectos de inseguridad, salud y limpieza.
Respecto a la caída en la captación de divisas, dijo que es de entre el 40 y 50 por ciento en comparación con años anteriores y eso se refleja en la derrama económica, pérdida de empleos y proveedores.
Igual, mencionó que, de acuerdo con análisis en la industria del turismo, es importante cuidar costos y gastos sin afectar la calidad.
“Los insumos se ven cada vez más afectados. Esto es un reto y lo mediremos de acuerdo con los porcentajes, estándares y utilidades a los que estábamos acostumbrados”, señaló.
Igartúa Sánchez subrayó que mientras no llegue la vacuna contra la covid-19 será imposible una recuperación rápida, con todo y que los hoteles hagan adecuaciones a todas sus áreas públicas, que permitan una ocupación mayor al 50 o 60 por ciento.
“Ahí podemos ver que tenemos una pérdida del 40 por ciento en el nivel adquisitivo, pues, aunque tengamos la demanda, no tendremos la capacidad”, añadió y opinó que la recuperación total tardará de tres a cinco años.