Los dedos han tomado gran relevancia para la tecnología, no por algo se agrega la palabra digital que, de acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española (RAE), es “perteneciente o relativo a los dedos”. Las máquinas de escribir revolucionaron el mundo, y en unos cuantos años, ese teclado enorme se transformó en una pantalla de escasos centímetros, donde nuestros dedos digitan letras que forman palabras.
Sin embargo, recientemente se ha revalorado el hecho de escribir “a mano”, es decir, con un lápiz o bolígrafo, los expertos indican que mejora la concentración y el aprendizaje, alivia el estrés y la ansiedad (algunos lo recomiendan como terapia), mejora la creatividad y activa las áreas de motricidad, visual y cognitiva, entre muchos otros beneficios.
Un hecho definitivo es que escribir a mano puede ser de gran beneficio, pero nada práctico en un mundo donde se mandan mails, mensajes de WhatsApp, inbox, etc. La eficacia y la eficiencia dictan apegarse a la vanguardia, pero no todo está perdido.
En el mercado existen las “smartpen”, un dispositivo que permite digitalizar todo lo que se escribe o dibuja, ya sea en papel o en una pantalla para su posterior envío o edición, la información pasa por una app que la sube a la nube para tenerlas disponibles y todo el material puede convertirse a formato PDF.
Este adelanto tecnológico no es sólo para los románticos que extrañan escribir, sino que también se han desarrollado modelos con fines terapéuticos para niños o adultos con alguna discapacidad.