Ginni Rometty no solo fue la primera mujer en liderar IBM en más de un siglo de historia, sino que también fue responsable de una de las transformaciones corporativas más ambiciosas del sector tecnológico. Durante su gestión como CEO entre 2012 y 2020, Rometty enfrentó el reto de reinventar una compañía icónica en plena disrupción digital, apostando por la nube, la inteligencia artificial y los servicios de valor agregado.
El reto de modernizar un gigante
Cuando Rometty asumió el mando de IBM, la compañía enfrentaba un entorno complicado. La industria estaba girando hacia modelos de negocio basados en datos, software y soluciones en la nube, mientras que IBM aún dependía de hardware y servicios tradicionales. Lejos de intentar mantener el statu quo, Rometty impulsó un redireccionamiento estratégico con visión a largo plazo.
Esta transformación incluyó inversiones significativas en áreas como analítica avanzada, ciberseguridad e inteligencia artificial. También lideró la adquisición de Red Hat en 2019, una jugada clave para fortalecer la presencia de IBM en la nube híbrida y consolidarse como proveedor tecnológico para empresas en proceso de transformación digital.
El enfoque en el “cognitive business”
Uno de los conceptos más representativos de su gestión fue el de cognitive business, es decir, la idea de que las empresas del futuro no solo operarán con datos, sino que utilizarán inteligencia artificial para procesarlos, aprender de ellos y tomar mejores decisiones. Bajo esta visión, IBM Watson se convirtió en el emblema de la nueva era cognitiva de la compañía.
Aunque Watson tuvo resultados mixtos en el mercado, sentó las bases para posicionar a IBM como un actor relevante en el desarrollo de soluciones de IA aplicadas a sectores como la salud, las finanzas y el retail.
Liderazgo con propósito
Más allá de los números, el liderazgo de Rometty fue reconocido por su énfasis en la inclusión, la formación de talento y la ética en la tecnología. Impulsó iniciativas para capacitar a trabajadores sin títulos universitarios en habilidades digitales, promoviendo una visión de acceso equitativo al empleo en la era tecnológica.
También abogó por la necesidad de una regulación ética de la inteligencia artificial, destacando que la confianza en la tecnología debía ser una prioridad para empresas e instituciones.
Un legado de reinvención
Ginni Rometty dejó IBM en un mejor lugar del que encontró. Aunque su gestión fue criticada por algunos analistas por no haber logrado un crecimiento más acelerado en ingresos, su legado radica en haber trazado un nuevo rumbo estratégico y preparar a la empresa para competir en el ecosistema digital.
Hoy, IBM continúa avanzando sobre la base de las decisiones que ella sembró, con un enfoque más ágil, centrado en soluciones empresariales inteligentes y adaptado a las exigencias de la economía digital.