Marelsy Castillo, CEO de Melinas, ha dejado claro en diversas entrevistas que el origen de este emprendimiento se dio a partir de un acto de amor de su madre, Merry Orozco, co-fundadora de Melinas, quien al ver a su hija pasar por momentos difíciles, decidió hacerle una muñeca que se pareciera lo más posible a ella.
La muñeca tuvo un gran impacto en la vida de Castillo, pues, tal y como ella cuenta, “nunca me había visto reflejada en ninguna una muñeca”. Encontrarse con una que reproduce sus principales características físicas le hizo experimentar una gran emoción y la animó a compartir esa experiencia con otras mujeres.
Conociendo Melinas
La Melinas son muñecas hechas de tela. Lo que las hace especiales es que hasta el momento son las únicas en el mercado que se personalizan a semejanza de la imagen de su usuaria, con la finalidad de que éstas se vean representadas por ellas.
Más allá de la muñeca.
El proyecto es mucho más, pues además de su producto estrella, ofrecen otros servicios, como asesorías psicológicas, conferencias, talleres y pláticas y otros productos, como línea de ropa y accesorios para las muñecas, y llaveros, entre otros. Todo está diseñado con ayuda de una psicóloga para que cumplan con un objetivo: empoderar a la mujer.
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Melinas se trata de un emprendimiento social y contribuir a la sociedad es un pilar de su filosofía que está basada en el movimiento escultista. Es por eso que únicamente contratan a mujeres en situación vulnerable, a las que se brinda la oportunidad de obtener un ingreso y recibir asesoría psicológica para que puedan mejorar su situación. De igual manera, el 10% de sus ingresos se destina para crear talleres, brindar capacitación y becas que contribuyan a fomentar la autoestima, independencia económica y crecimiento profesional de más mujeres en situaciones vulnerables.
La plantilla entera de Melinas se encuentra conformada por mujeres en situación vulnerable.
Una idea original, una plataforma grandiosa
Antes de la propuesta de Melinas, en el mercado, por lo menos en México, no había un producto que fuera 100% personalizable a la imagen del usuario y que reproduzca las características que lo hacen único.
Ese elemento diferenciador llevó al proyecto a ganar un concurso de una televisora, MTV Agentes de Cambio, y a aparecer en un programa especial llamado MTV Disruptivo, en 2016, transmitido en toda Latinoamérica en enero 2017, lo que ayudó a dar a conocer “Melinas” al mismo tiempo que se encontraban en etapa de “incubación” con Start up México Campus Mérida. De esa forma, concretaron preventas de las muñecas, aun antes de empezar a operar.
Posteriormente, Zoomin, una network con base en Ámsterdam, lanzó en sus redes un video sobre el proyecto, mismo que se viralizó, llevando a la plataforma a lanzar versiones de la entrevista en sus canales para España y Alemania, con lo que se abrió el mercado europeo.
De igual manera, el proyecto ganó en 2017 el Premio Mujeres x México, lo que las llevó a cadenas televisivas, como Telemundo, CNN y AJ+, alcanzando de esa manera el mercado norteamericano.
Retos y planes a futuro
No todo es una historia feliz y fácil, pues todo emprendimiento enfrenta problemas que debe resolver. En el caso de Melinas fue el escepticismo de los inversionistas ante la idea de realizar un emprendimiento social que, si bien genera utilidades, está enfocado principalmente en ayudar, sumado al hecho de que en 2017 no había en México un formato para dar de alta a una empresa social ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
“El reto no está en la organización, sino en el mercado de México, pues los negocios se rigen bajo el sistema capitalista en el que la empresa debe generar utilidades. Conozco a personas cuyas ideas de emprendimiento social eran maravillosas, pero terminaron cerrando porque no tenían manera de solventar y comprobar gastos. Afortunadamente, el panorama está cambiando y ahora ya se habla más de esta forma de negocio”, explica Marelsy Castillo.
Otro de los retos a los que el proyecto y sus fundadoras se enfrentaron es que el mercado mexicano no está preparado para productos que no ofrecen un beneficio inmediato. De hecho, sus principales compradoras no son de México, sino de Canadá, Alemania, Estados Unidos y España, de modo que posicionarse mejor en el gusto de las mexicanas es una de sus metas a corto plazo.
El 60% de toda la producción de Melinas se exporta a Canadá, Estados Unidos, Alemania y España.
“La gente busca productos que tengan una utilidad inmediata y una Melina es lo contrario, porque para conseguir el resultado es necesario hacer el trabajo necesario, no hay recetas mágicas. Cuando nos encontrábamos en proceso de incubación nuestros asesores nos dijeron que nuestro mercado no era el mexicano, por el contexto en el que nos desarrollamos, donde hablar de temas como salud mental, empoderamiento femenino y autoestima aún es tabú y se necesita educar al consumidor y posicionarnos bien”, explica la CEO de Melinas.
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Su estrategia de posicionamiento se basa en lo digital y el sistema de alianzas con bloggers, influencers y empresarias para llevar pláticas, cursos y talleres a toda la República Mexicana.
Por último, Marelsy Castillo sabe que Melinas podría no ser un éxito empresarialmente hablando, pues sus productos son difíciles de vender, sin embargo, considera que el proyecto sí lo es porque cumple su cometido y está cubriendo una necesidad en la que nadie más se había enfocado.
Es necesario trabajar más duro para posicionarnos en el país, para que cada vez más mexicanas adquieran nuestro producto, expresa.
Por último, recomienda a los nuevos emprendedores ser pacientes al momento de materializar sus proyectos.