Descubre cuándo el gris no es un color adecuado y los estampados grandes deben quedarse en el closet
“Creemos que la vestimenta que utilizamos en el día a día es la misma que podemos usar para trabajar, pero no es así. A menos que tuvieras un uniforme, hay que separarla. Lo que siempre debemos recordar es que la ropa comunica y el trabajo de los asesores de imagen es que sepas qué quieres decir o transmitir cuando te vistes”, explica More.
De acuerdo con el asesor, una es la imagen personal y otra la colectiva; esta última tiene estrecha relación con la empresa para la que se labora y lo que ésta quiere transmitir a los clientes.
“Cada empresa tiene valores y una filosofía y quienes trabajan en ella deben representarlos, por lo menos durante las ocho horas diarias que dura la jornada laboral, es decir, se trata de que adoptes la imagen de la empresa”, asevera.
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Evita conflictos
Explica también que cuando se firma un contrato laboral, no sólo pone toda la capacidad y productividad en manos de una empresa, también se obliga a seguir la imagen de ésta, un punto que pocas veces enfatizan los departamentos de Capital Humano, lo que genera conflictos, no sólo en temas de imagen, sino también en otros que no imaginamos.
Al no dejar claro ese punto al momento de firmar el contrato permite que un empleado busque que la empresa se adapte a él y origina después problemas porque en algún momento se le exigirá cumplir con esas normas.
Sin embargo, no sólo la vestimenta es un pulso del compromiso de un colaborador, “pues si estás contento con tu empresa, te identificas con ella y seguirás su filosofía y valores; en caso contrario, la mejor forma de demostrar tu inconformidad es con rebeldía al vestir”.
Los básicos
Existen piezas que nunca pasarán de moda y que son ideales para un atuendo adecuado para ir a la oficina y estas son:
Pantalones de vestir (puedes prescindir del saco, pero no del pantalón de vestir)
Evita los pantalones de mezclilla, excepto que estés en el área creativa, pero éstos siempre deben ser de colores obscuros e ir acompañados de una camisa y zapatos de vestir.
Camisa blanca
Mientras más estampado tenga la ropa, más bajo es su nivel: una camisa con rayas es la segunda opción, luego la de cuadros. Eso no significa que prescindas de los estampados, sólo debes entender la regla de estampados: pequeños para camisas o blusas de trabajo y grandes para ropa informal o del día a día.
Faldas y vestidos debajo de la rodilla
Deben ser sencillos, sin adornos, monocromáticos y de preferencia tipo lápiz. La ventaja es que si estás en el área creativa, los complementas con algún accesorio que te haga destacar.
Accesorios (pulseras, cinturones, aretes, bolsos)
Deben ser discretos y acordes con la filosofía de la empresa. Las tendencias de moda se pueden aplicar en estos elementos, pero eso sí, no exageres accesorios: pulseras, cinturones, aretes, esto sí y solo sí lo acepta la empresa.
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Colores
Los colores van en función de la imagen colectiva: si estás en una oficina del tipo formal debes usar colores neutros (negro, azul marino, blanco o beige), inclusive teniendo estampados, pero si tu empresa es más relajada o del área creativa, probablemente jugarás con más colores y un poco más llamativos, ya que éstos denotan creatividad. Hasta sería un pecado llegar en gris. Pero también hay que saber qué quieres proyectar, porque los colores claros reflejan accesibilidad y los obscuros, autoridad.