Uno de los gigantes en el mercado tanto por sus ventas como por las estrategias de marketing es Coca-Cola, marca que ha sobrevivido a los embates tanto de la competencia directa como de aquellos preocupados por la salud que la han comparado con veneno o “destapacaños”.
El gigante no ha cedido un ápice de terreno en el mercado de las bebidas carbonatadas, mantiene su receta secreta inamovible (con todo y las leyendas urbanas de los ingredientes que la vuelven tan popular en el mundo) y, además, es líder en las estrategias publicitarias.
Ahora, la marca de bebidas toma de la mano a la Inteligencia Artificial (IA) para mejorar sus estrategias “aéreas” y “terrestres”.
En el “aire”, la compañía utiliza las grandes cantidades de datos para comprender mejor al consumidor y crear publicidad “personalizada” segmentada a audiencias específicas con base en sus preferencias y comportamientos que llegan directo a la “emoción” y que llevan al público a la acción.
Es decir, permite saber que hay una tendencia de consumir Sprite entre el público juvenil y para ello crea contenido con ambientes relajados y divertidos; en cambio para Coca-Cola diseña campañas donde destaca a la familia y la amistad, son públicos distintos y cada uno recibirá la información que disfruta más.
En cuanto a la estrategia terrestre, Puromarketing.com indica que la compañía estableció una App en sus máquinas expendedoras en Japón para desarrollar un programa de fidelidad que permite conocer con precisión los patrones de comportamiento de los consumidores.